La tiranía de los niños.
Carta a un padre de un alumno del instituto: ¡Amigo mío! ¿Qué es eso de que a ver si tiene que venir a tirarme de las orejas? ¿se da cuenta de que somos personas adultas, y que aquí no se admite la violencia física ni verbal? ¿no se da cuenta de que los niños mienten a veces? ¿no se da cuenta de que su hijo le ha mentido, y no le he puesto un dedo encima ni le he insultado? Lo que le ha dicho su hijo es absolutamente falso. Le he gritado, claro, y le he humillado delante de sus colegas, y eso no le ha gustado. Le he gritado, porque es un desobediente y un maleducado. Pero no es para que usted le siga la corriente, por el amor de Dios. Así usted lo está malcriando. Si le dejamos hacer lo que quiera, si no obedece a los profesores, nos va a despreciar, ya lo está haciendo, a la autoridad y a todos, y no va a haber nadie que lo arregle. Lo que no podemos los profesores es soportar a aquellos niñatos de 12 años que nos pierdan el respeto. “Estate quieto, para ya, deja de hablar, deja...