Un rato con... Alejandro Muñoz Clares

La utilización de la escala pitagórica o la escala cromática de Mersenne para construir sus monocordios; un tubo metálico encontrado en el patio del instituto para explicar la vibración de cuerpos sólidos o varillas; una base de lámpara convertida en campana tibetana, un sonajero a base de placas de madera, el diferente peso de dos timbres para explicar la relación entre sus sonidos respectivos en la escala, la madera de cedro para construir las láminas del balafón…

Un lujo pasar el rato en compañía de Alejandro Muñoz Clares. “El corte en la madera hace que el sonido vaya siendo más grave. El cepillado en los bordes hace que suene más agudo”. Hay que ser luthier para hablar así. Y me he encontrado con un magnífico constructor de instrumentos para trabajar con los alumnos en el aula, y tocar música con ellos. Intérprete de guitarra y viola, profesor del IES Miguel de Cervantes de Murcia, Alejandro está volcado en la música y en su interpretación, pendiente de lo que suena en la calle, de lo que encuentra a su alrededor, para hacer música. Los cotidiáfonos que decía Fernando Palacios.

Dos cocos que quiere convertirlos en temple blocks, una mbira encontrada en el mercadillo de la playa, el hilo de pescar, mejor que el de guitarra, para sus tricordios, o como quiera llamarlos él…


En la pared de su clase cuelga un azulejo de esos decorativos que dice "quien ama la música, ama la vida". Una gozada. Gracias, Alejandro.


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