Estamos todos disconformes pero nadie se atreve a decirlo.
La música va en contra de la religión musulmana.
Estamos todos disconformes pero nadie se atreve a decirlo.
La música va en contra de la religión musulmana.
Qué casualidad que son los gandules los que protestan, los que tengo que entregar una hoja para escribir todos los días porque no se traen material, ni un bolígrafo, ni la flauta ni el cuaderno, libreta, archivador o carpesano. Vamos, decir que “la música va en contra de su religión”. Vamos a ver: igual que se sirven bocadillos de jamón serrano y de tortilla en la cantina. Igual que se pone todo tipo de música en los cambios de clase, música en marroquí también, en el instituto Gil de Junterón se imparte música como en todos los centros oficiales porque forma parte del currículo de secundaria a nivel estatal y regional. No me la he inventado yo. La música que imparto está en todos los libros de texto porque reflejan el currículo oficial, y yo me guío por esto. No me lo he inventado yo. El libro de texto no lo he escrito yo. Es una obligación y una orden que tengo de darlo. Yo tengo que dar esto que me han pedido. Yo no meto la religión en esto. Tú tampoco tienes que meterla. La religión, aquí en España, en la iglesia, en la mezquita o en tu casa. Pero no en la escuela. Las asignaturas, sin religión. Si quieres dar religión, imparte religión islámica, o religión católica. Todo se convierte en una excusa para llegar tarde a clase. ¿Quién te ha metido esas ideas? ¿Quién es el ignorante que te está metiendo estas ideas? Son ideas de yihadista. Mira en Afganistán. Allí se prohíbe cantar. Se prohíbe hacer música. Te matan o vas a la cárcel si haces música. ¿Tú quieres ser un yihadista? ¿Quieres matar a un profesor, como hace poco en Francia, porque no comparte tus ideas?
Si echas de menos las costumbres de tu tierra, intenta solucionar los problemas de tu tierra. ¿No echas de menos al almuecín cantando el Corán desde el minarete? ¿No te gustaría que se oyera en todo tu pueblo, donde tuvieras esa libertad o costumbre musulmana, donde no hubiera cerdos en las granjas, donde no se vendiera jamón en las carnicerías? Un lugar donde las mujeres estuvieran siempre en su casa y salieran a la calle siempre y todas con el velo, y las clases se dieran separando chicas por un lado y chicos por el otro. ¿No quieres tú esa costumbre? Pues soluciónalo en tu tierra.
Tienes que aceptarlo, no estás en un país musulmán. Tienes que adaptarte a las costumbres del país que te ha recibido con las manos abiertas, que te ha acogido con cariño. Tienes que devolverle cariño, porque te ha acogido con cariño, no con cariño ni con imposición. Y si no quieres aceptarlo, por lo menos, ten respeto. Nada de imposición de tus normas y tus leyes o costumbres extranjeras. Te ha acogido un país diferente que no es musulmán.
A un funcionario, lo único que le mueve es cuidar, atender a su familia, ganar dinero para su familia. Yo estoy dando música porque me gusta y porque he hecho una oposición. He hecho un examen y aquí estoy. No tiene esto nada que ver con la religión. He hecho un examen de música y lo he aprobado, y estoy enseñando esto. Me han dicho: “enseña esto” y yo lo enseño. No tengo nada que ver con la religión. Simplemente estoy enseñando lo que me han pedido que enseñe. Soy un transmisor. Todos queremos cuidar de nuestra familia. Es lo único que nos interesa. Cuida tú de tu familia. Yo cuido de la mía. ¿Qué quieres, alentar sublevaciones, revueltas, manifestaciones, huelgas, tumultos, jaleo, broncas? ¡Vamos a echar al profesor, vamos a no dar clase! ¡Vamos a romper, vamos a quemar! ¿Eso es lo que a tí te gusta? ¿Revolución? ¿Quieres hacer que una persona deje su trabajo, y no cuide a su familia? ¿Eso es lo que quieres? ¿Revueltas, peleas?
¿Qué piensan las chicas sobre esto? ¿Esto está bien? Que a una chica, o a una profesora pueden insultar, o me pueden despreciar, o me pueden poner malas caras como diciendo “a mí no me importa lo que estás diciendo, porque eres una mujer”. ¿A tí te parece bien esto? Pregúntaselo a las chicas, a ver si les gusta esto.
Vamos a ver. Dice: “no se atreven a decirlo pero nadie quiere dar música porque va en contra del Islám. ¿No te das cuenta que esa afirmación es diabólica? Esa idea te la ha metido el diablo. ¿Qué quieres, crear malestar? ¿Qué quieres, como una epidemia, como un virus, hacer que nadie asista a música? ¿Quieres conseguir que tus compañeros no se traigan el material, la flauta, el bolígrafo, que no trabaje en la clase de música? ¿Le estás metiendo en la cabeza tú, no creo, alguien que te lo ha dicho, que no se de música? ¿Quieres destrozar también la carrera de tus compañeros, porque van a suspender, sin más remedio, la música? ¿Te apetece eso?
Ejemplos de músicos marroquíes tocando el laúd, la flauta, el tambor, la darbuka, percusión, cantando, bailando. En España se conoce el laúd gracias a Marruecos. El laúd vino del sur de España, de Marruecos. Instrumento maravilloso, con una sonoridad elegante y nostálgica, alegre y viva. Tuvo una época gloriosa en España, en la historia de la música.
¿Quieres trabajar? Pues vete a trabajar, que quizás aprovecharás más el tiempo que aquí, que no haces nada, perdiendo el tiempo y el dinero de todos. Puedes aprovechar más en otro sitio. Estás fuerte, puedes trabajar en el campo, en una fábrica, donde quieras, y ganar dinero, y no ser un saco, un florero, que no hace nada en todo el día, solo viendo tik tok, instagram, o echando partidos de futbol online. Paseando una mochila vacía y criticando a profesores y compañeros.
Francisco Amós Tomás Pastor
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