El camarote de los hermanos Marx.
El camarote de los hermanos Marx. Así me parece que estoy viviento esta simpática escena de los genios del humor. Es cuando me toca impartir música con 1º de ESO. Cada alumno, viviendo los coletazos de su vida infantil, descarga su "yo" en clase. No son adolescentes. Son niños. El curso próximo vendrá la timidez, la duda, la incomprensión, los respetos humanos, la indiferencia, la suspicacia. En 1º de ESO es otra cosa.
Un alumno entra cabreado porque le han puerto un parte porque ha besado a su "novia" en el pasillo.
Otro no para de pegar saltos de rana, en lugar de ponerse a bailar la primera sevillana.
Al momento vienen dos a la vez para pedirme que necesitan urgentemente ir al aseo. Luego vendrá otro y luego otro. Les tengo dicho que no se sale al aseo. Sin excepciones. Pero, cuando vienen de educación física, todo acalorados, ¿qué hago?
Empezamos la clase como puedo y me interrumpe un chico porque el otro le está amenazando con palabras horribles hacia su familia y difuntos. Que está a punto de hacerle algo malo. Que no lo soporta. Los separo, pero el otro se excusa en que él no había empezado.
Espero no llegar a "La fiesta del Gremlin" que comenta Borja Crespo: https://www.revistacactus.com/la-fiesta-del-gremlin/
En esto veo que una chica está llorando. Le digo que vaya al aseo, y se va. A la vuelta está mejor, y me comenta rápido que es un asunto de chicos.
El chicle a la papelera, no le des collejas a tu compañero, no te levantes tantas veces de tu sitio, por qué no has traído la flauta, saca el libro de la mochila...
Es todos los días, con pequeñas variantes, para no aburrirme.
Y me digo, ¡¡adelante, que este trabajo dará sus frutos!! No sé cómo, pero la educación de estas personicas empieza aquí, en no perder la calma y ayudar a todos, a cada caso, poco a poco.
Un alumno entra cabreado porque le han puerto un parte porque ha besado a su "novia" en el pasillo.
Otro no para de pegar saltos de rana, en lugar de ponerse a bailar la primera sevillana.
Al momento vienen dos a la vez para pedirme que necesitan urgentemente ir al aseo. Luego vendrá otro y luego otro. Les tengo dicho que no se sale al aseo. Sin excepciones. Pero, cuando vienen de educación física, todo acalorados, ¿qué hago?
Empezamos la clase como puedo y me interrumpe un chico porque el otro le está amenazando con palabras horribles hacia su familia y difuntos. Que está a punto de hacerle algo malo. Que no lo soporta. Los separo, pero el otro se excusa en que él no había empezado.
Espero no llegar a "La fiesta del Gremlin" que comenta Borja Crespo: https://www.revistacactus.com/la-fiesta-del-gremlin/
En esto veo que una chica está llorando. Le digo que vaya al aseo, y se va. A la vuelta está mejor, y me comenta rápido que es un asunto de chicos.
El chicle a la papelera, no le des collejas a tu compañero, no te levantes tantas veces de tu sitio, por qué no has traído la flauta, saca el libro de la mochila...
Es todos los días, con pequeñas variantes, para no aburrirme.
Y me digo, ¡¡adelante, que este trabajo dará sus frutos!! No sé cómo, pero la educación de estas personicas empieza aquí, en no perder la calma y ayudar a todos, a cada caso, poco a poco.
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