Así lo venía pensando de vuelta a casa después de la jornada laboral. Una hora de coche, y si vas solo, da para mucho. Cuando no cumplo los objetivos marcados con mis alumnos salgo con mal carácter, apenado, apesadumbrado. El grupo de 3º (ESO) ( Compulsory Se c ond ary Education) tan numeroso, tan hablador, y con alumnos tan vagos, es que a veces no se por dónde cogerlo. Y les aviso, por favor, dejadme dar clase, dejadme explicados esto, que aunque no os interese a algunos, a otros sí. Y nada. Los grupitos se ponen a hablar, y los separo, y aviso, y sigo y pongo esta audición, y siguen hablando, y tocamos la flauta, y los de siempre no la traen, y siguen hablando, y ya no puedo más. Y se acabó: tú, tú y tú tenéis una amonestación grave, por reincidencia, por molestar una y otra vez, por venir a clase sin interés ninguno, sin material, faltándole el respeto al profesor al no prestar atención… Y así se me queda el cuerpo. Mal. Éste, por esta amonestación, se va a su c...